Ponle puntuación a tu vida

Toda persona lleva adentro la misión de trascender. Para eso le es necesario escribir correctamente la historia de su vida. Y esa historia la construye imprimiendo las acciones correctas cada día, pues cada día tiene su labor, ya que el tiempo vino a convertirse en el rollo de papiro que le es dado a cada quien para dibujar su destino.

A veces es necesario hacer pausas, es decir, colocar comas para tomar un aire que nos infunda aliento para continuar; o matizar nuestras acciones para darle mayor expresividad y sentimiento a los propósitos. Se necesita también saber parar, reflexionar y continuar; como quien dice, colocar bien los puntos seguidos. Saber hacer bien el punto y coma, porque una acción conlleva a otra, y se hace necesario saberlas diferenciar como se escriben las ideas. Al hacerlo así logramos engranarlas en la perfección necesaria para obtener los objetivos esperados.

Las repeticiones tienen su encanto y su ciencia, es necesario hacerlas como lo hacen los ciclistas: pedalean y pedalean, pero avanzan. Hacer lo mismo y lo mismo, sin  avance, sería como hacer spinning creyendo que se está haciendo ciclo montañismo. Por eso es muy necesario saber poner punto final y para esquivar el auto engaño. El saber frenar, cambiar y modificar, nos empuja hacia delante, hacia el mañana, hacia las metas.

El punto aparte debiera ser la excelencia cultivada por todos. Saber hacer nuevos enfoques sobre la misma marcha, contemplar nuevas ideas y mejorar la mentalidad. Lograr establecer nuevos propósitos y mantener los anteriores hasta que se alcancen o se perfeccionen. Aceptar y disfrutar el cambio, mas siempre construyendo: así como se hacen los edificios; por etapas.

Para trascender se hace vital hacerse entender, y a su vez, reconocer que muchas cosas de las que hacemos son consecuencia o causa, que nuestras labores llevan a otras, y que pueden generar grandes logros, inclusive para otros. Tener esa conciencia nos hace diáfanos, por eso los dos puntos son el signo que nos da sentido: somos ejemplo e inspiración cuando los colocamos bien. Y para eso siempre es necesario disfrutar la admiración y ¡tener la capacidad de sorprendernos constantemente!, esa es la automotivación que todos necesitamos.

Escribir la historia bien, es el legado. Lo que queda de nosotros es lo que la gente lee de los hechos que dejamos. Lograr vivir felices tiene mucho que ver con contar la historia bien contada. La vida es renovación continua, son ciclos, movimiento: se nace cada día y se renace cada vez que se quiere.

Sé libre, tunea tu vida, vuela…